viernes, 18 de noviembre de 2011

EL ENTRENADOR Y LA EMPATIA

En esta entrada me gustaría significar a la EMPATIA como una virtud absolutamente necesaria para todo entrenador. Es bastante frecuente observar conductas inapropiadas en entrenadores que se derivan de las carencias de esta capacidad del ser humano.

Aunque puede que no sea necesario, creo que debería empezar por mostrar el significado de empatía y deducir de las fuentes consultadas su aproximación a las características necesarias para nuestra labor.

La empatía, también llamada inteligencia interpersonal, es la capacidad de percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir. Las personas con empatía son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y sus motivaciones.

En cuanto a la actitud más acusada de las personas que tienen empatía, se puede definir como “Estar completamente disponible para otra persona, omitiendo expresar nuestras propias preocupaciones, sentimientos y pensamientos, para de esta manera ofrecerle nuestra plena atención, escuchando sin hacer valoraciones y comprendiendo los sentimientos y necesidades del otro”.

En el extremo opuesto de la persona con empatía se sitúa el psicópata, persona incapaz de expresar sus propios sentimientos y que no considera en absoluto los sentimientos ajenos, manipulándolos en muchos casos en beneficio propio, estas personas por razones obvias deben ser apartadas e incapacitadas para ejercer de entrenadores.

Para un entrenador, como para cualquier persona, resulta muy difícil tener una empatía absoluta, pero creo que debemos esforzarnos para intentar comprender como se siente o que piensa un jugador en momentos determinados. No debemos valorar solo el resultado de su conducta, es necesario que reflexionemos sobre las causas y motivos que el jugador exponga, aunque en principio nos parezcan simples excusas o justificaciones impropias.

La falta de empatía se manifiesta claramente en el entrenador que de entrada corta el diálogo con el jugador de manera que ningunea o minimiza sus argumentos o simplemente el que con gestos, la postura, el tono e intensidad de la voz, la mirada e incluso con el silencio transmite al jugador su falta de interés en conocer sus motivos o problemas.

Entre otras, las características positivas de un entrenador con una empatia destacada son:
-Saber escuchar, y saber cuando hablar.
-Disposición al dialogo sobre los problemas.
-Abierto y flexible a las ideas
-Da apoyo y ayuda a los jugadores.
-Es solidario.
-Regula las emociones de su equipo.
-Propicia el trabajo en equipo.
-Alienta la participación y la cooperación.
-Confía en el grupo y en cada jugador.
-No se impone a la fuerza.
-Se comunica abiertamente.
-Orienta y enseña.
-Demuestra capacidad de autocritica.


Si tenéis preocupación por conocer vuestro grado o cociente de empatía, (aunque yo creo que de una manera sólo aproximada) podéis intentarlo en:
http://espectroautista.info/tests/espectro-autista/adultos/EQ



¿Como podemos desarrollar nuestra empatia?.

Aunque como ya he indicado, se admite la dificultad por nuestra condición humana de tener una empatia absoluta, podemos intentar tener unas actitudes en nuestra conducta (sobre todo en los entrenamientos y en nuestro trato en general con los jugadores), que nos ayuden a aumentar nuestra empatia, las más importantes son:

-Escuchar con la mente abierta y sin prejuicios; prestar atención y mostrar interés por lo que nos están contando, ya que no es suficiente con saber lo que el jugador siente, sino que tenemos que demostrárselo; no interrumpir mientras nos están hablando y evitar convertirnos en un experto que se dedica a dar consejos en lugar de intentar sentir lo que el jugador siente.


-Descubrir, reconocer y recompensar las cualidades y logros de los jugadores. Esto va a contribuir, no solamente a fomentar sus capacidades, sino que descubrirán también, nuestra preocupación e interés por ellos.


-Hacer preguntas abiertas. Preguntas que ayudan a continuar la conversación y le hacen ver a la otra persona que estamos interesados por lo que nos está contando.


-Antes de dar nuestra opinión sobre el tema, debemos esperar a tener información suficiente, cerciorarnos de que el jugador nos ha contado todo lo que quería y de que nosotros hemos escuchado e interpretado correctamente lo esencial de su mensaje.


-En ocasiones los jugadores no necesitan nuestra opinión y consejo, sino saber que los estamos entendiendo y sintiendo lo que ellos nos quieren transmitir.


-Cuando tengamos que dar nuestra opinión sobre lo que nos están contando es muy importante hacerlo de forma constructiva, ser sinceros y procurar no herir con nuestros comentarios.


-Es aconsejable tener una buena predisposición para aceptar las diferencias que tenemos con los demás, ser tolerantes y tener paciencia con los que nos rodean y con nosotros mismos.


-Aunque ser tolerante no quiere decir que tengamos que soportar conductas que nos hacen daño o que pueden hacer daño a otros, sino aceptar, comprender y respetar las diferencias.


Por último quiero reseñar dos cosas que considero importantes para entender y valorar la empatía.

-Ser empáticos no significa estar de acuerdo con el otro, ni tampoco implica dejar de lado nuestras propias decisiones para asumir como nuestras las de los otros. (Podemos estar en completo desacuerdo con alguien, pero debemos tratar de respetar su posición).

-Por nuestra situación de entrenadores de base, formadores de jugadores jóvenes, debemos tener extremo cuidado en no dañar las emociones de nuestros jugadores, esto en ocasiones y más aún en edades tempranas, les marca muy profundamente, y la mejor manera de evitarlo es aumentando nuestra empatía.